El autor

Con el periodismo como una elección sin elección

Me enrolé en las filas del periodismo casi sin darme cuenta. Vamos, claro que escogí una carrera y dije en la casa que la única manera de hacer de mí «un hombre de bien» era invertir en estudios universitarios en la capital del país.
No que no hubiera podido hacerlo en mi estado, en realidad las cosas no hubiera salido diferentes, creo; pero era el boleto de salida del hogar materno y sobre todo de la asfixiante realidad de mí pequeño pueblo natal.

Y el DF fue lo que tenía que ser: una fiesta. Bueno, pudo ser mejor supongo, esa siempre será una posibilidad latente con esa ciudad monstruo y sus miles de rutas posibles.

Me gusta pensar en mi vida como en un capitulo de novela de Auster, aunque me parece que es más bien un cuento de Carver, los recovecos y coincidencias terminan siendo sólo eso meras coincidencias y callejones sin salidas, aunque todavía sigo esperando que el cruce de líneas efectivamente traiga del pasado los fantasmas transformados en mojoneras.

Pero, momento, nos hemos desviado, decía que llegué a la ruta del periodismo casi por accidente. Mi apuesta de vida tenía que ver con otros medios y otros lenguajes de comunicación ajenos a la narrativa periodística. La radio me sedujo a temprana edad y el cine, pero sobre todo la experiencia de entrar por primera vez a una sala cinematográfica es un hito que aún alegra las reuniones familiares.

Esa primera seducción me llevó a tocar puertas y conocer las entrañas de una estación radiofónica y un noticiero ídem muy pronto. El segundo llamado mediático me dejó un cheque y un reconocimiento que ahora en empolva en un baúl de madera junto con las hojas fotocopiadas de una revista. Bueno, siendo honesto, también me abrió el camino a las páginas impresas y a la vida frenética, neurótica y a veces histérica de las redacciones.

El cine me trajo no el olor de la tinta fresca, ni la posibilidad de mancharme los dedos, ni mucho menos la idea romántica –si es que aún la hubiere—del grito de “paren las prensas”, pero si las nubes de humo denso y pesado sobre los escritorios, los ceniceros rebosando de colillas, el café y las charlas en torno a la cafetera o a la máquina expendedora.

Y como no todo en la vida es trabajo, y cuando se empieza a rodar lo único que queda es seguir haciéndolo.
En ese llegar accidentando para hacer de la narración diaria la piedra de toque se entretejen otras historias y otras voces, círculos concéntricos con los que se comparten, a veces por sólo por ratos, la bitácora.

Y mi bitácora suma nombres, pero también destinos.

Arrancada la vida laboral ya en la ciudad de Puebla, capital del estado famoso por su recalcitrante conservadurismo, por su comida barroca y de últimas por su “gober precioso”, vino también la primera crisis.

La revista que habían dejado en mis manos apenas logró un año de vida, asfixiada por la inanición económica. Explicar las razones no sólo me parece ocioso por las culpas ya están repartidas entre los que formamos parte de ese proyecto, sino además perderíamos tiempo y seguramente interés –suponiendo claro que esté aún se conserve.

Ese final abrupto –y una historia metafísica relacionada con un cuarzo que no contaré— me puso de frente a taquilla de autobús y ante un dilema: Tijuana, la esquina norte, o Tulum, la esquina sur. En el norte, por lejano que parezca del centro del país algunas ligas había, en el sur sólo tenía recuerdos. Ganó el sur.

Y el sur trajo consigo un boleto de avión para cruzar el océano Atlántico con destinos varios. El equipaje sumó ciudades y algunos años, con regresos periódicos siempre a la misma casa editorial que me abrió las puertas por primera vez. Todos los regresos como el principio mismo fueron como editor e incluso como infografista, la vida del reportero me fue ajena hasta el último vuelo trasatlántico.

Con el último timbre de reingreso al país también se selló una nueva ruta, la reinvención obligada llegó con una grabadora digital y ya no hubo regreso. Al menos por el momento.

6 pensamientos sobre “El autor”

  1. Veo que te interesa la información periodística, si quieres compartir las noticias que te interesan puedes hacerlo en Fresqui.com, el primer medio social hispano en Internet. Es una web 2.0 en la que los periodistas profesionales y ciudadanos, además de todos aquellos interesados en la información, pueden subir noticias de los medios de comunicación, de autoría propia, de blogs (propio y de otros autores) y de web EN CUALQUIER FORMATO (audio, foto, video). Así, los internautas mexicanos y de otros 18 países de habla hispana pueden votar por las noticias fresquitas y crear la portada de Fresqui punto com. Los medios de comunicación y los blogger también pueden plantar el logotipo de Fresqui (la gotita azul) en sus páginas Web, facilitando que sus lectores compartan las informaciones con la comunidad Fresqui. Esto, además, multiplica el tráfico en las Web originales, generadoras de la información (medios, blog, ONG…).

  2. sabes hay cosas que realmente no tiene sentido muchos de los comentarios de aroche estan faltos de fundamentos cuando el tenga vida propia dejara de criticar y dara las noticias como son en realidad, no es objetivo habla con coraje y solo critica y habla mal de dos partidos y los demas partidos son perfectos o el pertenece es militante de alguno… que responda. el es de izquierda o derecha y entonces entendere sus comentarios. o es solo algun resentimiento por que no entiendo…….gracias

  3. Hola Ernesto,

    Me tome la libertad de escribir en tu blog por que soy estudiante de comunicacion y me encuentro realizando una investigacion realampago acerca de un tema que tu has estado investigando, me gustaria ponermen en contacto contigo. Saludos cordiales

  4. AL MA SANCHEZ CRUZ dijo:

    ERNESTO YO CELEBRO TUS NOTAS, SE QUE ERES UN PERIODISTA MUY ASERTIVO. FELICIDADES!!!

  5. Norma Gutierrez dijo:

    Por favor dame tu mail

  6. cinthia melendez dijo:

    hola… no se si veas este mensaje a tiempo pero, lei tu articulo sobre la prostitucion en puebla y me llamo mucho la atencion; justo queremos empezar una investigacion sobre el tema pero desde el enfoque psicologico y una entrevista con tigo seria un excelente recurso para el reportaje… espero poder contactarte de algun modo… pasame tu mail, o enviame uno a mi mi correo es c_mg3@hotmail.com. gracias

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